13 de agosto al 5 de septiembre
De vuelta a Bogotá después de mi pausa de verano, me quedé 2 días para saludar a algunos amigos. Aproveché también del cambio de horario que me hizo despertar a las 4 de la mañana el primer día, para subir caminando al Monserrate, esta iglesia arriba de la ciudad, con una hermosa vista. Me habían aconsejado subir temprano. Los 1600 escalones y 500m de subida valieron la pena.
Salí el martes 15 en un bus de noche para Santa Marta, al norte del pais. Volvi ahí para una cosa que no me quería perder en Colombia: el trek a la ciudad perdida. 4 días de caminata en la selva, para llegar a la ciudad perdida, una ciudad precolombiana. Este trek es en territorio indígena, así que no se puede hacer sin guía. Salí el 17 de agosto en la mañana, eramos un grupo de 7 con 2 guías. 5 a 7 horas de caminata por día, en la selva, con las mochilas. El segundo día en la tarde, llegamos a un campamento a 1 km de la ciudad perdida, y el tercer día el día empieza por la visita de ella, antes de empezar el camino de regreso. En total, casi 50km de caminata, con unas subidas bastante fuertes! Mucha vegetación, aves y mariposas, y algunas piscinas naturales donde nos bañamos como recompensa de este esfuerzo.
El trek terminó el domingo 21, y me fui para Minca, a media hora de bus de Santa Marta. Robin, un amigo de mi hermano, tiene una panadería allá. Me quedé 2 días, y pude caminar en los alrededores, y seguir descubriendo esta región, la sierra nevada de Santa Marta.
Me fui el miércoles 23 a otro lugar que quería conocer de Colombia: el desierto de la Guajira, la región la más al norte del país y del continente. Llegué en la tarde a Cabo de la Vela, un pueblo de 850 personas, donde se practica el kitesurf y que tiene hermosas playas. El día siguiente pude descubrir los alrededores.
El viernes 25, salí a Punta Gallinas, punto el más al norte de SurAmérica. En esta región no vive mucha gente, así que la única manera de llegar allí es con un tur, organisado desde Cabo de la Vela. Valió la pena, la región es completamente desértica con paisajes impresionantes.
Me fuí el sábado 26 para mi siguiente destino: volví a Capurgana, en la frontera con Panamá, para saludar a mis amigos y descansar antes de seguir. Para llegar, tuve que tomar varios buses y el día entero, para llegar a Necoclí, de donde sale el barco cotidiano a las 8 de la mañana. Logré a tomarlo, y llegué a Capurgana el domingo 27 a las 10 de la mañana. Me quedé hasta el viernes siguiente.
Salí el viernes para Medellín, 2 horas de barco y 10 de bus. Me quedé el fin de semana, con Raphaël, un amigo francés que no estaba en junio cuando pasé por Medellín (Pero no tomé fotos).
Salí de Medellín el domingo en la noche con dirección al sur y a Ecuador. Hice una pausa para pasar la noche del lunes en la ciudad de Ipiales, cerca de la frontera, cerca de cual pude descubrir el impresionante sanctuario de las lajas, martes 5 de septiembre en la mañana, antes de cruzar la frontera.
Entonces llegué a Ecuador! Estoy impaciente de lo que voy a descubrir en este país y los que siguen, desde Costa Rica no había entrado en un país que no conocía. Hasta la próxima!